sábado, 5 de junio de 2010

La sociedad abierta y sus enemigos

"El marxismo murió de marxismo."
Karl Raymund Popper

La sociedad abierta y sus enemigos es una obra escrita por Karl Popper durante la Segunda Guerra Mundial y publicada por primera vez en Londres en 1945 por la editorial Routledge.

A lo largo de sus dos volúmenes Popper desarrolla una crítica del historicismo centrándose en las figuras de Platón, Hegel y Marx y concluyendo que dicha tendencia acaba desembocando en formas de totalitarismo.

¿Qué es una Sociedad Abierta?

Sociedad abierta es un término introducido por el filósofo Henri Bergson. De acuerdo a él, esas sociedades tienen gobiernos que son tolerantes y responden a los deseos e inquietudes de la ciudadanía con sistemas políticos transparentes y flexibles. Los órganos del Estado no mantienen secretos entre sí o del público. Ni el gobierno ni la sociedad son autoritarios y el conocimiento común o social pertenece a todos. La libertad y los derechos humanos el fundamento de la sociedad abierta.

Posteriormente, Karl Popper retomó el término en La sociedad abierta y sus enemigos, elaborándolo en conjunción con una proposición de Bertrand Russell y la define como el sistema político en el cual los líderes políticos o el gobierno son reemplazados sin necesidad de violencia o derramamiento de sangre, a diferencia de las sociedades autoritarias, en las cuales el mecanismo de reemplazo de gobiernos es la revolución o el golpe de Estado. Adicionalmente, el describe a esa sociedad abierta como aquella en la que los individuos tienen la necesidad de tomar decisiones personales; a diferencia con las sociedades tribales o a las dominadas por el pensamiento mágico o colectivista.

En la visión de Popper, las sociedades tribales y colectivistas no distinguen entre las leyes naturales y las costumbres y, en consecuencia, no es probable que los individuos desafien o cuestionen leyes o costumbres que ellos consideran tienen una base sagrada o natural. Así, los comienzos de una sociedad abierta se enmarcan en la observación de una distinción entre las leyes naturales y las hechas por el hombre y el consecuente incremento de la responsabilidad personal y la necesidad de responder moralmente por las decisiones. (nótese que Popper no ve esa situación incompatible con las creencias religiosas (Op cit. capitulo 5, parte III) Popper avanza a agregar que tanto el individualismo como la crítica social y el humanitarismo (la doctrina que el deber de los individuos es promover el bienestar humano) no pueden ser suprimidos una vez que la gente se hace consciente de ellos y que, por lo tanto, es imposible volver a o imponer una "sociedad cerrada".

El libro

La sociedad abierta y sus enemigos, fue escrita por Popper durante la Segunda Guerra Mundial desde su exilio en Nueva Zelanda. En ella el autor se propone aplicar a la política sus teorías sobre la ciencia y el avance del conocimiento. Al tiempo, Popper indaga en la historia de la filosofía para trazar los orígenes del totalitarismo que había desembocado en la guerra y en la radical crisis del pensamiento occidental. Es notable que, desde sus primeras páginas, Popper aborda el problema armado de un firme optimismo respecto a la naturaleza humana, pues afirma que el pensamiento totalitario y la destrucción asociada a él nacen del empeño sincero de los hombres en mejorar su condición y la de sus semejantes, si bien su buena voluntad descarrila al ser guiada por filosofías utópicas y metodológicamente equivocadas.

Popper plantea una interpretación de la historia del pensamiento político basada en la confrontación entre dos escuelas o visiones del mundo: a) una reaccionaria, que añora una comunidad cerrada y perfecta, heredera de la tribu. Platón (tomando los antecedentes de Heráclito) es su máxima expresión, seguido de Aristóteles y reeditado en el pensamiento moderno por Hegel (al cual, aparte del tono claramente sarcástico y cómico de su análisis, no le reconoce absolutamente nada) y b) otra racional y crítica, que nació en la Antigüedad clásica con la "Gran Generación" de la época de Pericles, a la cual pertenecen Sócrates y Demócrito. Dicha visión reconoce el limitado conocimiento humano a la cual atribuye el auténtico espíritu de la ciencia.

Popper hace una exégesis de la obra de Platón, y le atribuye la acuñación del esencialismo en la teoría del conocimiento y del historicismo en la teoría política. Partiendo de la teoría de las formas y las ideas, la tesis de Platón es que existe un mundo de las ideas que es perfecto, y que la realidad material en la que vivimos no es más que una copia imperfecta que tiende a la degeneración. Esta visión no sólo se aplica a la realidad natural, sino también a la política y social. La ciudad (la polis), modelo de sociedad fundamental en el mundo griego, tiende a la degeneración y decadencia al alejarse en el tiempo de la polis originaria y perfecta. La democracia, para Platón, es tan sólo un estadio más en la degeneración, de la cual la tiranía no será más que la última expresión. Platón de este modo plantea la situación en Atenas, su ciudad natal, como de decadencia al haberse instaurado la democracia y ver como en sus avatares se desliza a la tiranía. Para Platón el modelo ideal de ciudad es Esparta, una aristocracia de nobles que gobierna sobre el resto que no tiene más función de obedecer. Para mantener la unidad y la estabilidad la aristocracia debe mantenerse unida sin dar lugar a lujos ni disensiones. Mantiene que las disensiones políticas es el origen de la decadencia y que deben existir una radical división entre los hombres: entre los que dirigen y el resto que debe obedecer En el mantenimiento de este orden "perfecto" gira toda su concepción sociológica de Justicia.

A Aristoteles Popper no le concede más que el desarrollo de la Teoría de las Ideas en la doctrina de "potencia y acto" y en la instauración del esencialismo metodológico. Aristoteles no hace más que adoptar el mundo de las Ideas de Platón pero en vez de modo pesimista de un modo optimista. El desarrollo del mundo material no tiene por qué ser decadencia y alejamiento de la Idea Originaria sino de desarrollo de las potencialidades de las Ideas de modo que las cosas materiales no hacen más que desarrollar la esencia de la cual surgen en su devenir histórico. Esta idea sería repetida por Hegel al cual Popper no le atribuye más mérito que reeditar las viejas ideas de Heráclito, Platón y Aristóteles para construir una espantosa teoría política con la única finalidad de legitimar el poder absoluto de Guillermo de Prusia.

A Hegel le atribuye también la consolidación moderna del "historicismo" que sería la versión oficial de las ciencias sociales en el continente europeo durante todo el siglo XIX. Marx, aunque políticamente opuesto al modelo de Estado de Hegel, no haría más que aplicar el método historicista al análisis de la sociedad industrial de la época, llegando a la conclusión de que la lucha de clases es el auténtico motor de la historia, y que aplicando un "método científico" se llega a profecía de que la sociedad de dirige inexorablemente a la crisis final del capitalismo para la instauración de una sociedad sin clases en la que el Estado se disuelva y el hombre alcance la auténtica libertad. En dicha obra existen críticas recurrentes de Popper tanto al esencialismo metodológico como al historicismo pero además critica al "sociologismo del conocimiento" o "historismo" que no hay que confundir con el "historicismo". Según dicha doctrina nuestro conocimiento no es más que consecuencia de nuestra circunstancia histórica, de nuestra época con sus tensiones y conflictos de intereses y por ello nuestro estado actual de conocimiento no es ni mejor ni peor que otro cualquiera negando así la existencia de cualquier verdad, no ya moral, sino incluso científica. Popper, radicalmente opuesto a dicha doctrina, sostiene que el conocimiento humano puede plantearse la búsqueda de la verdad, no entendida como verdad absoluta sino como acercamiento cada vez mejores a la verdad a través de teorías que explican la realidad mejores que otras y que puedan refutarse.

Frente a esta concepción, Popper defiende una explicación abierta de la historia y de la sociedad, en la cual el futuro no tiene puertas clausuradas ni horizontes prefijados, estando abierta a una continua confrontación y sujeta a una crítica y a un cambio endógenos, es decir, que se producen desde su interior.

"La igualdad ante la ley no es un hecho sino una exigencia política basada en una desición moral. Y es totalmente independiente de la teoría -- probablemente falsa -- de que todos los hombre nace iguales"
--> Para conocer detalles de la creación de esta obra te recomendamos leer este documento histórico: "El nacimiento de la Sociedad abierta y sus enemigos"
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