martes, 6 de julio de 2010

Santos: Continuidad y giros políticos en Colombia

Entrevista realizada por la Presidenta del Instituto Político para la Libertad (IPL)  Yesenia Alvarez Temoche a Andrés Mejía Vergnaud, Director académico de OPEAL, y publicada por el diario El Tiempo de Piura.

El reciente fin de semana Colombia eligió con un 69% en segunda vuelta a Juan Manuel Santos, del Partido de la U. Reconocida como una victoria histórica, por ser el candidato que más sufragios ha logrado en 50 años, conversaremos con Andrés Mejía Vergnaud sobre las perspectivas de estas elecciones y el significado que tiene para Colombia.
Yesenia Alvarez Temoche: ¿Cómo considera la victoria de Juan Manuel Santos para Colombia?

Andrés Mejía Vergnaud: Creo que es un suceso muy positivo, en cuanto Juan Manuel Santos representa la continuidad de algunas políticas importantes, pero también una serie de giros y correcciones al rumbo actual, los cuales son necesarios. Además, llega a la presidencia con un enorme capital político, materializado en su elevadísima votación, y en los acuerdos interpartidistas que ha celebrado.

YAT: ¿Qué situación política y económica recibe Juan Manuel Santos?

AMV: En ambos casos recibe una situación en general buena, marcada por dificultades específicas. En el plano político recibe un Estado fortalecido en su lucha contra la insurgencia, y recuperado en su fe como país. Las dificultades radican en las pugnas recientes entre el ejecutivo y la rama judicial. Recibe una economía con un buen ritmo de crecimiento, afectada sin embargo por el desempleo y una creciente dificultad fiscal.

YAT: ¿Qué problemas prioritarios debería enfrentar el nuevo presidente electo?

AMV: Debe continuar la lucha contra las FARC, y consolidar la presencia del Estado en el territorio nacional. Debe buscar una relación armónica con la rama judicial. Debe poner en marcha algún plan de choque contra el desempleo, y un esquema para manejar responsablemente los ingresos de minería y petróleo, que van en aumento.

YAT: De las propuestas planteadas por Juan Manuel Santos ¿Cuáles merecen su crítica? ¿Cómo debería proceder Santos en esos casos?

AMV: Personalmente, la que más me preocupa es su idea de no eliminar las exenciones tributarias de la era Uribe, y la idea de sumarles una nueva. Yo recomendaría que se tengan en cuenta las múltiples distorsiones que este esquema causa, y el impacto fiscal que tiene.

YAT: Esta elección es calificada como histórica porque Juan Manuel ha ganado constituyéndose en el candidato que más sufragios ha logrado en 50 años sin embargo el voto no es obligatorio en Colombia y casi 30 millones de personas estaban habilitadas para sufragar este fin de semana en Colombia ¿Cómo estuvo el abstencionismo?

AMV: Se ha mantenido dentro de los rangos históricos (55%). Valdría la pena una investigación que nos arroje luces sobre sus determinantes.

YAT: ¿Qué ventajas trae el voto libre para Colombia? ¿O es una desventaja?

AMV: Yo estoy en contra del voto obligatorio. Pienso que es una coacción indebida sobre la voluntad política individual, y además no creo que ayude a revitalizar las democracias. La mayor ventaja del voto libre es que las votaciones brindan una señal fiel acerca de las actitudes políticas del ciudadano.

YAT: ¿Cómo hubiera sido la historia de esta elección si el voto fuera obligatorio?

AMV: Es posible que la abstención hubiera sido menor, pero se trataría de un fenómeno artificial.

YAT: ¿Crees que el voto libre debiera ser un ejemplo a imitar en Latinoamérica, en países como Perú por ejemplo?

AMV: Creo que en la verdadera democracia liberal el voto ha de ser libre. En lugar de forzar al ciudadano a votar, se le puede educar en el valor del voto y de la deliberación democrática. Creo que no debería haber voto obligatorio en ningún país democrático.

YAT: A mi criterio, creo que el electorado colombiano le ha dado una lección a Latinoamérica al no dejarse llevar por aquellos candidatos que surgen del entusiasmo y que no ofrecen planes o programas a largo plazo, ni respuestas sobre cómo harán lo que proponen ¿Estás de acuerdo? ¿Crees que el electorado colombiano sea consciente de ello?

AMV: Creo que es una observación muy acertada. Creo que el electorado colombiano ha mostrado madurez, en cuanto que no se declara satisfecho solamente por cuestiones de imagen, sino que también demanda programas.
YAT: ¿Es Santos la continuidad de Uribe?

AMV: En un buen sentido lo es. ¿Qué quiero decir? Que Santos no aspira a ser una copia de Uribe, pero reconoce el valor de sus principales políticas. Continuará con su enfoque, pero vendrá con un nuevo estilo y con ideas diferentes en algunos campos.

YAT: ¿Cómo crees que serán las relaciones con Venezuela?

AMV: Creo que, en el fondo, los factores determinantes del deterioro seguirán presentes. El simple cambio de gobierno abre una ventana para una cierta distensión y para una mejoría parcial, pero en perspectiva amplia, no creo que haya una posibilidad cercana de que las relaciones vuelvan a ser normales.

YAT: ¿Y las relaciones con Perú?

AMV: Han sido y seguirán siendo muy buenas. Colombia tiene mucho que aprender de Perú, y ambos países, de cierto modo, son percibidos en la comunidad mundial como si fuesen gemelos, puesto que los dos, tras haber superado dolorosos conflictos internos, se elevan como naciones prometedoras y como economías interesantes. Además, Colombia y Perú han venido a constituir un baluarte contra la expansión del autoritarismo socialista en la región.

YAT: Nuestra institución, IPL promueve el liberalismo en el Perú, entendiéndolo en esencia como el respeto por la libertad económica y política, y sustentado en pilares como el libre mercado, el respeto por la propiedad privada junto a un gobierno limitado por la supremacía irrestricta del Estado de Derecho. En este sentido ¿Qué significa ser liberal en Colombia?

AMV: Creo que significa lo mismo, y en nuestro caso la experiencia histórica que hemos tenido, como país estrictamente apegado a lo constitucional y ajeno a los caudillismos, le pone un énfasis especial al elemento del Estado de Derecho.

YAT: Nos gustaría una aclaración, ya que tenemos conocimiento que lo que llaman liberalismo en Colombia no es lo que se conoce como liberalismo en otras partes de Latinoamérica. Tal es así que existe un partido de nombre liberal pero que promueve el socialismo. ¿La población reconoce esta diferencia?

AMV: El Partido Liberal colombiano fue profundamente liberal y progresista durante sus primeros 100 años de vida. Cayó luego en un deterioro que le llevó a perder conciencia ideológica, y un sector logró que el partido se definiera como socialdemócrata e incluso que se afiliara a la Internacional Socialista. Esto ha sido percibido sin embargo como un giro artificioso, con el cual no se identifican todos los líderes del partido. Pero esta organización se halla hoy sumida en una profunda crisis: después de haber sido el más grande partido de masas de Colombia, su candidato ocupó un triste sexto lugar en la primera vuelta de las elecciones.

YAT: No puedo evitar preguntarte sobre esto, es sobre política y espectáculo, sobretodo porque este tipo de información es la que llega con mayor facilidad a la población. Recientemente el director de cine Oliver Stone, al presentar en Nueva York su documental Al sur de la Frontera, expresó que “la situación que vive el continente es única. Están todos unidos. Nunca ha habido un momento así, en el que sólo hay dos tipos malos en la región: Alan García en Perú y Álvaro Uribe, y ahora Juan Manuel Santos en Colombia” ¿Cuál es tu opinión al respecto?

AMV: Es por supuesto una aseveración carente de toda seriedad. Lo cual, lamentablemente, no implica que carezca de capacidad para influir.

YAT: Finalmente, ¿Podrá Colombia soñar con la desaparición de las FARC, es un ideal o es viable que los próximos años de gobierno de Santos se haga realidad su frase: “Que oigan los terroristas y que oiga el mundo, a las FARC se les agotó su tiempo”?

AMV: Es posible que las FARC no desaparezcan totalmente, pero sí es posible reducirlas a una expresión mínima, a un grupo pequeño que, aun cuando tenga alguna capacidad criminal o terrorista, no constituya una amenaza estratégica seria para el país. Podrían desaparecer si se realiza un proceso de negociación. Pero es difícil imaginar esta alternativa por las decepciones anteriores, y porque las nuevas reglas de juego exigirán al menos un cierto grado de justicia con relación a los crímenes de lesa humanidad, y no parece probable que los líderes de las FARC estén dispuestos a aceptar tal cosa. Además, la aspiración de las FARC de que un proceso de paz les abra la puerta para participar en el gobierno resulta inaceptable para muchos (incluido y mismo), por los excesos criminales de esa guerrilla.

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