sábado, 17 de julio de 2010

Travesía liberal


*Análisis del libro Travesía liberal de Enrique Krauze escrito por Edwin Zarco

Acabo de terminar de leer este libro y puedo asegurar que hace honor a su nombre, ya que desde sus primeras página hasta la parte final del mismo, te envuelve en un travesía que no solo te acerca a experiencias donde la libertad juega un rol protagónico, sino que además, esas experiencias son contadas por sus propios protagonistas o sus más dignos estudiosos. Asimismo, es innegable la esencia histórica que se aprecia en este libro, esa esencia cultivada por el magnifico trabajo que realiza el historiador Enrique Krauze, que te permite disponer o entender hechos entorno a la libertad desde una perspectiva histórica.

El libro presenta cuatro partes: La historia no tiene libreto, El orbe Hispánico, Odios teológicos y Destino imperial. La primera parte se inicia con una entrevista al maestro Isaiah Berlin, donde se resalta la importancia de sus aportes para generar una luz de libertad en aquel periodo donde el mundo estaba oscurecido por el socialismo y donde un personaje de la estirpe de Isaiah Berlin fue uno de los que expreso una posición clara y sensata frente a esas acciones totalitarias como la ejecutada por la ex Unión Soviética, donde se imponía por la fuerza un orden sin la comprensión de la gente. Sobre ese punto, Isaiah Berlin nos aclara que cualquier imposición de una verdad que supuestamente traerá la solución a los problemas, siempre ocasionaría un abuso a la libertad de sus opositores. A la vez nos aclara, que una de las creencias mas fatales que puede abrigar un ser humano es la incapacidad de admitir que hay valores en conflicto.

Luego, la travesía liberal nos lleva a una entrevista con Leszek Kalakowski uno de los intelectuales que ha estudiado con mayor detalle las fatalidades del pensamiento Marxista, y que en esta ocasión nos hace recordar que el proyecto que Marx tenía de una sociedad perfecta apuntaba a la centralización de todos los medios productivos, a la nacionalización universal, y eso implicaba nacionalizar a las personas, abolir la propiedad privada; aspectos custodiados por una clase dominante caracterizada por imponer una tiranía rígida, una tiranía basada en conseguir una utopía que nada tenía que ver con la realidad, una utopía que en el caso de la URSS, mediante la nacionalización de las personas logró un estado de esclavitud, represión y despotismo.

Luego el viaje nos lleva a Polonia, y ahí somos testigos, en pocas líneas, del atentado que sufrió la libertad en los doce años de hitlerismo, atentado que destruyo el humanismo europeo. A través de esas líneas comprendemos las penurias que paso el pueblo polaco y la magnitud de esa sombra fascista y antisemita que destruyo la libertad y la vida de muchas familias. Pero a la vez, en otro capitulo vemos lo ejemplar que fue La Revolución de Terciopelo que tuvo como su lugar más representativo la plaza de San Wenceslao de aquella Checoslovaquia de 1989, donde los escritores, artistas, estudiantes, maestros e intelectuales nos enseñaron como un pueblo secuestrado por la ideología comunista logró su libertad mediante una revolución pacífica que les devolvió su vida digna.

La segunda parte trata sobre el Orbe Hispánico, ahí nos dirigimos hasta México donde recibimos los respuestas aleccionadoras que parten de una entrevista a Octavio Paz, quién nos lleva por aquellos pasajes de la revolución zapatista y el análisis de las acciones de Porfirio Díaz desde una perspectiva del liberalismo, de estos temas y otros temas rescatamos de Octavio Paz la importancia que tiene la crítica, la defensa de la democracia y el enfrentamiento con el totalitarismo, como elementos fundamentales para lograr la modernidad de un País. Luego pasamos a una entrevista con el historiador Hugh Thomas quién nos da luces sobre la guerra civil española y la historia de Cuba, donde resalta lo nefasto de los nacionalismos y el peligro de hombres que cautivaron a otros hombres para lograr consolidar sus ideas conspiradoras, caso de Stalin, Hitler y Fidel Castro.

Luego Enrique Krauze nos presenta un análisis de cuatro paradigmas que han caracterizado a nuestra Latinoamérica y que son importante para cualquier análisis que queremos hacer en la actualidad, esos paradigmas son: el militarismo, el marxismo revolucionario y universitario, el caudillismo populista y la economía estatizada y cerrada; paradigmas que debemos enfrentar, ya que lamentablemente están ahí esperando el momento de aparecer para atentar contra la libertad del individuo. Pero Enrique Krauze complementa este análisis con otro capitulo donde nos presente los aportes de Alexis de Tocqueville con su obra La Democracia en América, aportes que nos permiten comprender que una de las razones que no permitieron que la democracia liberal prendiera en Latinoamérica tal como en Estados Unidos, fueron nuestra costumbres, como dice Tocqueville esos hábitos del corazón, y no solo eso, sino también las opiniones e ideas que se podrían catalogar como los hábitos del espíritu. Esos hábitos influidos por la religión, la ignorancia, la falta de tolerancia, la imposición, el veto a la crítica y el caudillismo, que llevaron finalmente a engendrar ese nuevo monstruo llamado Populismo. Finalmente, para terminar el viaje por el Orbe Hispánico, Enrique Krauze nos presente un análisis sobre la nefasta influencia de la religión a través de ese engendro que fue la Teología de la Liberación que solo creó violencia en nuestros Países y una influencia en los pueblos indígenas que retrasaron su camino hacia la libertad y prosperidad. De esto último, rescatamos la importancia que tiene considerar a la diversidad cultural, y sobre todo, el reto que tenemos en Latinoamérica, sobre como abordar ese punto desde la libertad y el derecho.

La tercera parte que se refiere a los odios teológicos, parte que te deja en un estado de reflexión y pensamiento que no se aleja de cierto temor, ya que te revela que aquel enemigo de la libertad que fue el comunismo y socialismo que murió en 1989 en la mayoría de lugares donde ejerció su macabro poder, pasa la posta a otro enemigo, tal vez mucho más peligroso, nos referimos al fundamentalismo de Oriente Medio y su guerra santa y todo lo que eso implicaría en los estados democráticos. Al respecto Enrique Krauze a partir de algunas entrevistas y análisis, nos presenta detalles sobre el conflicto Israel-Palestina, y el dolor que se vive en esos territorios donde cada día se destruyen la libertad y la vida de sus individuos, y que se intensifica por las proclamas de aquellos profetas de guerra tanto de Israel como de Palestina.

Lo peor es que a partir de este conflicto y otros elementos como la religión están naciendo dos cosas sumamente perniciosas contra la libertad del individuo, la primera, la aparición de un antisemitismo de izquierda promovido por los académicos que hacen resurgir a las viejas consignas hitlerianas y por otro lado el resurgimiento del Islam en su vertiente más demencial y destructiva. Al respecto, Enrique Krauze entrevista a Bernard Lewis uno de los más reconocidos estudioso de la cultura islámica, quién nos presenta datos sorprendentes como: el desconocimiento que tiene la cultura islámica sobre la cultura occidental, la estructura de poder tradicional islamista que no se amolda por ningún motivo a la democracia, el uso de la propia vida para atacar al enemigo, el odio hacia occidente como parte de lo establecido en su propia religión, el propósito de Bin Laden y la globalización del terror y el fracaso de llevar la democracia a una cultura que no comulga con los valores democráticos (caso contrario como si sucede en Israel). Lo peor de todo, es que este enemigo de la libertad es muy peligroso y todavía no ha cambiado su consigna y meta que es atacar a occidente y recuperar el imperio que alguna vez tuvo el Islam.

Finalmente, la cuarta parte que se denomina Destino Imperial, inicia con una entrevista al historiador Paul M. Kennedy quién nos da luces sobre la historia natural de los imperios, tomando como caso de análisis, la realidad de Estados Unidos y su influencia en el mundo, sobre este punto, se analiza los cimientos que tiene una fuerza imperial, cimientos basados en: el poderío militar, el empresariado, la innovación, la tecnología, la pluralidad política y las ventajas geográficas. También en otro capitulo, conocemos las experiencias que Estados Unidos ha tenido exportando la democracia y contribuyendo a fomentar la libertad en la Europa devastada por la segunda guerra mundial, pero a la vez conocemos algunos casos irónicos como el apoyo de Estados Unidos a muchos gobernantes dictadores del mundo. Pero a todo esto, se logra rescatar lo bueno del espíritu de esta nación, me refiero a ese instinto y amor por la libertad, el constitucionalismo, la práctica de la democracia liberal, los límites al poder, la liberación de la capacidad personal, el fomento de la competencia y la empresarialidad, que son elementos que la convirtieron en una nación prospera y libre.

Después de esta larga reseña solo me queda decir que la Historia siempre nos dará muchas lecciones que no debemos olvidar, lecciones que nos demuestran que hubo tiempos terribles contra la libertad, pero también tiempos buenos, pero sobre todo enseñanzas que no debemos dejar de lado para analizar lo que sucede en nuestro presente y lo que pueda suceder en nuestro futuro.
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*Edwin Zarco es Sociólogo con maestrías en temas ambientales y becario de la Fundación Friedrich Naumann . Blog de Edwin Zarco: Libre lectura
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